La terapia manual ha existido desde el inicio, sin embargo, ahora ya existen datos científicos y comprobados que permiten conocerla más a fondo. Pero, a pesar de ser una herramienta que se ha utilizado desde hace muchos años, ha demostrado tener múltiples cambios positivos en los tejidos del cuerpo como en los músculos, articulaciones e incluso en la fascia.
Y como su nombre lo dice “terapia manual” consiste en una serie de técnicas y métodos los cuales son realizados primordialmente a través de manipulaciones manuales. Sin embargo, es necesario realizar una historia clínica y valoración previa a los pacientes y se debe de conocer aquellas indicaciones y contraindicaciones. Una vez realizado, el fisioterapeuta decidirá cuales son las técnicas que utilizarán en el paciente, estas tienen diversos efectos dentro de los cuales se pueden encontrar:
A nivel de cartílago articular: estimulando los procesos circulatorios y metabólicos.
En las carillas articulares: creando un equilibrio en las estructuras, aumentando la movilidad en las que cuentan con hipomovilidad y viceversa.
En músculos y tendones: actúa en el “desorden” mecánico y en el neuro sensitivo llevando a la normalidad de éstos y actúa mejorando también la función energética o metabólica.
Además, se pueden encontrar otros beneficios de manera general como: aliviar el dolor, mejorar la movilidad articular, evitar o disminuir contracturas musculares y aumentar el rango de movimiento. Para potenciar estos efectos en el cuerpo el fisioterapeuta podrá combinar estas técnicas con agentes físicos, como la electroterapia, láser, entre otros.
REFERENCIAS:
G. Almazán Campos. Terapia manual y osteopatía. «De la teoría a la técnica». ELSEVIER.https://www.elsevier.es/es-revista-revista-iberoamericana-fisioterapia-kinesiologia-176-articulo-terapia-manual-osteopatia-de-teoria-13010363