Las abuelas han advertido durante generaciones que el cambio brusco de temperaturas, es decir, de calor a frío causará artritis y deformaciones en el cuerpo, y gracias a ellas y a sus cuidados, se ha evitado lavarse las manos después de planchar o cocinar, no salir al aire fresco después de haber trabajado por un largo tiempo en la computadora, no pisar el suelo con los pies calientes e incluso no bañarse si estas asoleado o sudado.
Todo esto lo han hecho con el fin de prevenir la artritis y las deformidades que esta conlleva, sin embargo, es importante conocer que esto es un mito, realmente el cambio brusco de temperatura no provocará que desarrolles esta enfermedad.
¿Por qué es un mito?
Se debe a que la artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria, crónica, progresiva y sistémica, su mecanismo de enfermedad es autoinmune, es decir, el sistema inmunológico ataca a las células sanas por error, afectando a las articulaciones y la membrana sinovial.
Esta enfermedad es más frecuente en mujeres entre los 25 a 45 años de edad, la cual puede ser hereditaria.
Los síntomas que se presentan con la artritis son:
· Dolor
· Rigidez
· Disminución en la movilidad
· Aumento del líquido sinovial
· Fatiga
· Deformaciones articulares
· Pérdida de fuerza
Además, tiene una aparición bilateral y simétrica principalmente en las articulaciones de las manos (interfalángicas y metacarpofalángicas) y rodillas.
El dolor y la rigidez tienen una característica importante ya que se presentan por la mañana y disminuyen conforme pasa el día y realizan actividades, es decir duele cuando están en reposo.
Como se menciona anteriormente la artritis es una enfermedad sistémica, esto es por que afecta a diversos sistemas del cuerpo, no solo a las articulaciones. Dentro de las afectaciones extraarticulares podemos encontrar: alteraciones en músculos y huesos, anemia, fibrosis pulmonar, compresión nerviosa, entre otros.
Esta enfermedad se puede diagnosticar por medio de diversos estudios, el principal es el factor reumatoide. El tratamiento esta enfocado en mantener la calidad de vida de los pacientes y que puedan realizar sus actividades de la vida diaria de la mejor manera, para esto se trabaja de manera multidisciplinaria, en la cual participan médicos, psicólogos, nutriólogos y fisioterapeutas.
Con esto se puede saber que efectivamente los cambios bruscos de temperatura no nos desencadenarán una artritis, sin embargo, no se debe desobedecer a las abuelas y lo mejor será esperarnos unos momentos antes de cambiar de temperatura.
REFERENCIAS
Martínez, P. INTRODUCCIÓN A LA REUMATOOGÍA. 5a.Edición.