Por: Lic. en Fisioterapia Diego Fernández Jordán
El dolor agudo no traumático, esto es, el dolor que aparece súbitamente o después de alguna actividad deportiva o de un movimiento en particular no siempre equivale a tener una “lesión” o tener un “daño” en alguna estructura del cuerpo.
Pues entonces, ¿qué provoca el dolor? De acuerdo al modelo actual del dolor esté tipo de fenómeno es provocado por distintos factores biopsicosociales tales cómo carga de entrenamiento (en el caso de deportistas o cuando alguien inicia una práctica deportiva o de ejercicio), acondicionamiento físico, niveles de fatiga, calidad de sueño, salud mental y grasa abdominal.
¿Qué alternativas tengo entonces para manejar el dolor?
La mejor opción es acudir con un fisioterapeuta o algún otro profesional de salud que después de descartar cualquier otra situación de consideración por medio de una valoración minuciosa y elaboración de una historia clínica detallada me acompañe en mi proceso de reintegración a mis actividades tomando en cuenta también mi contexto y expectativas acerca del dolor que estoy experimentando.
¿Qué métodos son más efectivos para manejar este tipo de dolor?
Lo más eficiente es tener un programa de adaptación individualizado al movimiento que cada quien busque, ya sea una persona sedentaria o sumamente activa. Si bien también hay métodos pasivos, por ejemplo, terapia manual o electroterapia, estos por lo general sólo coadyuvan en el corto plazo para disminuir el dolor.
Puntos clave:
- El dolor es complejo, depende de varios factores, no siempre es igual a daño.
- El fisioterapeuta y el paciente colaboran para una rehabilitación exitosa.
- El movimiento es la solución, el abordaje pasivo coadyuva en el corto plazo.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Caneiro JP, Alaiti RK, Fukusawa L, et al. Br J Sports Med Epub ahead of print: [3/11/2020]. doi:10.1136/bjsports-2019-101705