4 MITOS DEL ULTRASONIDO TERAPÉUTICO

4 MITOS DEL ULTRASONIDO TERAPÉUTICO

El ultrasonido US terapéutico es uno de los instrumentos más utilizados por los fisioterapeutas que tienen un interés por los trastornos neuromusculoesqueléticos; diversos estudios actuales comprueban su gran capacidad para acelerar los procesos de cicatrización, diminuir la inflamación y quitar el dolor en distintas lesiones y enfermedades. Sin embargo, existen mitos o malas creencias que nos llevan a utilizar el US de manera equivocada y que no nos permiten aprovechar sus efectos al máximo. A continuación se pretende terminar con esos mitos que abundan en el entorno de los fisioterapeutas:

MITO 1: “NO UTILICES EL US EN LESIONES AGUDAS”

Para empezar se tiene que saber que el US tiene dos efectos, efecto mecánico y efecto térmico. Para utilizar el US en lesiones agudas donde la inflamación está totalmente activa se debe eliminar el efecto térmico, para llevar a cabo ésto es necesario utilizar el US de una manera pulsátil al 20% del ciclo de trabajo. Esta manera pulsátil no alcanza a elevar la temperatura en los tejidos, por lo tanto, solo quedarán los efectos mecánicos del US. Los efectos mecánicos estimularán a las células “macrófagos” para acelerar el proceso de curación, por lo que lejos de perjudicar ayudará a regenerar el tejido dañado sin repercusión alguna.

MITO 2: “NO UTILICES EL US EN HERIDAS ABIERTAS Y/O INFECTADAS”

Otros de los mitos es escuchar que el aplicar el US sobre heridas abiertas o infectadas es una contraindicación, afortunadamente, hoy se sabe gracias a varios estudios que el US es una buena herramienta para ayudar al cierre de úlceras venosas y úlceras por presión. El US se puede aplicar en el borde de la ulcera dérmica, sobre ella con una gasa aséptica húmeda, o sumergido bajo el agua junto con la zona a tratar. Algunos estudios incluso recomiendan el uso del US en úlceras infectadas teniendo una respuesta positiva. El realizar su aplicación exige tener una correcta higiene, como utilizar soluciones antisépticas para limpiar la herida y el US antes y después del tratamiento. Las dosis recomendadas van de, 0,8 y 1 W/cm2 de intensidad, 3 Mhz de frecuencia, con una duración de 5-10 minutos, por 5 días a la semana.

MITO 3: “NO UTILICES EL US EN FRACTURAS”

Afectar a la consolidación del hueso después de una fractura es uno de los principales temores del fisioterapeuta, aún existe la creencia de que el US podría afectar a la reparación del hueso si se emplea como parte del tratamiento, contrario a lo que se creía, en la actualidad se ha comprobado que el US es capaz de acelerar la consolidación tras una fractura sin afectar en lo absoluto este proceso. Los parámetros que se han mostrado más eficaces son siempre a una baja intensidad de .15 W/cm2, con una frecuencia de 1 Mhz , al 20% del ciclo de trabajo, durante 15-20 minutos.

MITO 4: “NO UTILICES EL US SOBRE IMPLANTES METÁLICOS”

Los pacientes que se han sometido a una cirugía tras una lesión o enfermedad podrían tener en alguna parte de su cuerpo implantes de metal, tales como prótesis de rodilla, placas, tornillos etc. El aplicar US sobre estas piezas no implica ningún riesgo porque el metal refleja la energía en lugar de absorberla y por lo tanto no se calentará ni provocará quemadura alguna. No obstante se tiene que tener cuidado cuando este implante metálico tenga componentes de plástico como en una prótesis  o cuando se haya utilizado cemento articular para su fijación, puesto que el US tiene la capacidad de calentar el plástico y el cemento articular.

CONCLUSIÓN

El US es una poderosa herramienta de trabajo que requiere conocimientos previos para su correcta aplicación. Es responsabilidad del fisioterapeuta ejercer un tratamiento basado en evidencia en lugar de dejarse llevar por estos mitos anticuados.

REFERENCIA:
H. Cameron. Agentes físicos en rehabilitación. De la investigación a la práctica. Editorial: ELSEVIER. 2013.