4 MITOS DEL ULTRASONIDO TERAPÉUTICO

4 MITOS DEL ULTRASONIDO TERAPÉUTICO


4 MITOS DEL ULTRASONIDO TERAPÉUTICO

El ultrasonido US terapéutico es uno de los instrumentos más utilizados por los fisioterapeutas que tienen un interés por los trastornos neuromusculoesqueléticos; diversos estudios actuales comprueban su gran capacidad para acelerar los procesos de cicatrización, diminuir la inflamación y quitar el dolor en distintas lesiones y enfermedades músculo-esqueléticos. Sin embargo, existen mitos o malas creencias que nos llevan a utilizar el US de manera equivocada y que no nos permiten aprovechar sus efectos al máximo. Previo a mencionar los mitos más comúnes se dará una pequeña  introducción sobre que es el US terapéutico.

ULTRASONIDO TERAPÉUTICO 

El ultrasonido terapéutico es de las técnicas más antiguas de los AEF que hoy siguen teniendo un gran impacto en la fisioterapia, su función está justificada por un fenómeno llamado efecto piezoeléctrico inverso, lo cual consiste en la deformación de un cristal capaz de contraerse y expandirse entre 1  y 3 millones de veces por segundo al ser sometido a una corriente eléctrica de alta frecuencia. Esta deformación (contracción y expansión) del cristal se traduce en movimiento  o energía cinética para viajar a través de la materia como lo haría una ola sobre el mar. Para lograr que esta energía se introduzca a los tejidos será necesario un gel conductor espeso que permita una "vía"  entre el cabezal del ultrasonido y la dermis, ya que a este tipo de energía le cuesta más trabajo viajar a través del aire.  Por esta razón, durante su aplicación se evitará utilizarlo sin un gel conductor.

El ultrasonido se caracteriza por tener dos efectos principalmente:  efecto mecánico y efecto térmico. El efecto mecánico se refiere propiamente al movimiento mecánico o a las oleadas de energía cinética que atraviesa los tejidos y diferentes células este medio físico.  Esto crea efectos directos sobre las partículas, iones, líquidos, fibras  y membranas celulares de distinta especialización para tener efectos de analgesia, aceleración metabólica, drenaje de edemas  y recuperación tisular. El efecto térmico es la consecuencia de un exceso de energía mecánica o cinética  introducida en el organismo, un exceso de esta energía en una zona específica provoca un choque  entre las partículas de manera repetitiva que genera fricción y elevación de la temperatura, dando como resultado una nueva energía llamada, energía térmica.  Esta energía térmica es una elevación de la temperatura que podrá ser tomado como un efecto agregado al mecánico, el cual consiste en una aceleración enzimática metabólica, incremento de aporte sanguíneo, aumento de nutrientes y oxígeno, vaciado  de edema, aumento de la extensibilidad de las fibras de colágeno, disminución del dolor, etc.

En realidad  el ultrasonido siempre tendrá el efecto mecánico al ser aplicado, mientras que el efecto térmico dependerá de la cantidad de energía que se utilice durante la aplicación, ya que utilizar el ultrasonido terapéutico de manera pulsada o interrumpida no dejará que el efecto térmico sea alcanzado, o al menos no de manera consciente para al paciente.El ultrasonido es una técnica sencilla de programar y de aplicar, lo "difícil" será encontrar la dosis ideal para cumplir con los objetivos sin caer en aplicaciones erróneas o mitos de aplicación.

MITO 1: “NO UTILICES EL US EN LESIONES AGUDAS”

Para empezar se tiene que saber que el US tiene dos efectos, efecto mecánico y efecto térmico. Para utilizar el US en lesiones agudas donde la inflamación está totalmente activa se debe eliminar el efecto térmico, para llevar a cabo ésto es necesario utilizar el US de una manera pulsátil al 20% (porcentaje recomendado en la mayoría de los estudios) del ciclo de trabajo. Esta modalidad pulsátil no alcanza a elevar la temperatura en los tejidos, por lo tanto, solo quedarán los efectos mecánicos del US. Los efectos mecánicos estimularán a las células llamadas macrófagos para acelerar el proceso de curación y regeneración tisular, por lo que lejos de perjudicar ayudará a regenerar el tejido dañado sin repercusión alguna.

MITO 2: “NO UTILICES EL US EN HERIDAS ABIERTAS Y/O INFECTADAS”

Otros de los mitos es escuchar que el aplicar el US sobre heridas abiertas o infectadas es una contraindicación, afortunadamente, hoy se sabe gracias a varios estudios que el US es una buena herramienta para ayudar al cierre de úlceras venosas y úlceras por presión. El US se puede aplicar en el borde de la ulcera dérmica, sobre ella con una gasa aséptica húmeda, o sumergido bajo el agua junto con la zona a tratar. Algunos estudios incluso recomiendan el uso del US en úlceras infectadas teniendo una respuesta positiva. El realizar su aplicación exige tener una correcta higiene, como utilizar soluciones antisépticas para limpiar la herida y el US antes y después del tratamiento. Las dosis recomendadas van de, 0,8 y 1 W/cm2 de intensidad, 3 Mhz de frecuencia, con una duración de 5-10 minutos, por 5 días a la semana.

MITO 3: “NO UTILICES EL US EN FRACTURAS”

Afectar a la consolidación del hueso después de una fractura es uno de los principales temores del fisioterapeuta, y aún existe la creencia de que el US podría afectar a la reparación del hueso si se emplea como parte del tratamiento, contrario a lo que se creía, en la actualidad se ha comprobado que el US es capaz de acelerar la consolidación tras una fractura sin afectar en lo absoluto este proceso. Los parámetros que se han mostrado más eficaces son siempre a una baja intensidad de .15 W/cm2, con una frecuencia de 1 Mhz , al 20% del ciclo de trabajo, durante 15-20 minutos. Esta aplicación se ha visto que es efectiva cuando existe retraso en la consolidación ósea, pero no parece acelerar la consolidación osea en pacientes con consolidación natural. 

MITO 4: “NO UTILICES EL US SOBRE IMPLANTES METÁLICOS”

Los pacientes que se han sometido a una cirugía tras una lesión o enfermedad podrían tener en alguna parte de su cuerpo implantes de metal, tales como prótesis de rodilla, placas, tornillos etc. El aplicar US sobre estas piezas no implica ningún riesgo porque el metal refleja la energía en lugar de absorberla y por lo tanto no se calentará ni provocará quemadura alguna. No obstante se tiene que tener cuidado cuando este implante metálico tenga componentes de plástico como en una prótesis  o cuando se haya utilizado cemento articular para su fijación, puesto que el US tiene la capacidad de calentar el plástico y el cemento articular.

 

REFERENCIA:
H. Cameron. Agentes físicos en rehabilitación. De la investigación a la práctica. Editorial: ELSEVIER. 2013.